Mujeres en la Historia del Arte
Holaaa🍌🍌🍌
¿Cómo están?
Con motivo del Día de la Mujer este 8 de marzo, les traigo la siguiente entrada.
De esta forma, estaré participando de la iniciativa "Mujeres", propuesta por Laura del blog Palabras Ajenas, resaltando a todas aquellas artistas pertenecientes al pasado que quedaron opacadas por sus grandes compañeros del sexo masculino.
Este tema despertó mi curiosidad debido a que, habiendo estudiado Historia del Arte durante 4 años seguidos, pocas veces me han enseñado sobre el arte perteneciente a una mujer (a excepción de Frida Khalo, tan conocida que decidí no incluirla en la lista solo para hacer más visibles a otras pintoras).
Tal vez haya sido coincidencia que todos los autores mencionados a través del curso hayan sido hombres, o tal vez había pocas mujeres que se pudieran realmente destacar en el campo del arte, pero de igual forma, pienso que es importante que en el auge de este 2018, se hagan un poco más conocidos los nombres de las artistas que les voy a presentar.
Antes de verdaderamente comenzar con el tema, quiero explicar que la investigación realizada está basada en cuatro libros de texto italianos en los que yo misma estudié (de paso los recomiendo porque son excelentes). A partir de allí me propuse encontrar, en los índices respectivos, cuántas mujeres lograron ser incluidas en un mar puramente masculino.
No nos debemos preguntar cómo era la mujer a través de la historia, puesto que ya existen numerosas representaciones de la figura femenina, admirándola desde todos los ángulos; sino que debemos preguntarnos ¿Cómo se veían ellas mismas? ¿Qué tipo de contenido tenía el arte creado por la mujer?
Las siguientes artistas son nombradas en orden cronológico: desde el Renacimiento hasta nuestros días.
1) Caterina van Hemessen (1528 - 1587)
Autoretrato |
Fue una pintora flamenca del Renacimiento conocida por haber sido la primera en crear un autorretrato que representaba al artista frente a su caballete. Siendo el autorretrato un tema tan común entre los artistas, es fascinante pensar que no fue hasta el siglo XVI que una artista se retratara a sí misma trabajando en su obra.
Había muchos obstáculos para las mujeres que deseaban ser pintoras. Su entrenamiento incluía la disección de cadáveres y el estudio de la forma masculina desnuda. El sistema de aprendizaje consistía en que el artista aspirante viviera con un artista mayor por cuatro o cinco años, generalmente a la edad de 9 hasta los 15 años. Por estas razones, era muy extraño encontrar artistas mujeres.
En el caso de Van Hemessen, estudió con su padre Jan Sanders van Hemessen.
2) Artemisa Gentileschi (1597- 1651)
L'Inclinazione |
Artemisa Gentileschi junto a su padre Orazio, están entre los representantes más significativos de la sucesión del magnífico Caravaggio.
Artemisa fue aprendiz de su padre, transfiriéndose ambos desde Roma a Florencia en 1612. Allí, Michelangelo Buonarroti joven le comisionó una tela para el techo de un cuarto de la casa Buonarroti, dedicada a la exaltación del gran antepasado.
La pintura, titulada L'Inclinazione (La inclinación), alude a la natural propensión de Michelangelo por el arte: una mujer con "forma de serpiente" rige una brújula (la orientación al arte), y arriba de su cabeza brilla una estrella (el astro que guía).
En esta obra podemos observar una búsqueda tardomanierista, aunque ya comienza a manifestarse la autonomía de Artemisa respecto al estilo del padre.
3) Rosalba Carriera (1675 - 1757)
Retrato de Jean-Antoine Watteau |
El Setecientos parece ser el siglo de las mujeres: nunca antes, en Europa occidental, tantas figuras femeninas habían logrado tal celebridad en el ámbito artístico e intelectual. Y nunca, antes de esto, la atmósfera cultural había sido caracterizada de aspectos que en seguida fueran desdeñosamente considerados como "femeninos", como el sentimiento y el gusto.
No es coincidencia que la suerte de las artistas más conocidas del siglo, entre ellas Rosalba Carriera, Elizabeth Vigée-Lebrun, Adélaide Labille-Guiard y Angeliza Kauffmann, sean vinculadas a los cambios de pensamiento que acompañan el pasaje de una cultura aristocrática de corte, a una de una rica sociedad capitalista dominada de la clase media.
La pintora veneciana Rosalba Carriera fue la primera artista del siglo a explorar plenamente la potencialidad del pastel que, en uso desde el siglo XVI, se convirtió en el Setecientos una de las técnicas pictóricas más usadas porque, además de consentir una notable rapidez de ejecución, produce efectos refrescantes, luminosidad y ligereza.
El retrato señalado corresponde al célebre pintor francés Jean-Antoine Watteau, del que Rosalba logró destacar la compleja personalidad del pintor.
4) Berthe Morisot (1841 - 1895)
La cuna |
A través de Manet, la joven pintora asimila las ideas del Impresionismo, del que comparte los momentos favorables como los fracasos, y del que siempre fue leal, participando en todas las muestras organizadas por el grupo.
Su casa siempre estaba abierta a los intelectuales.
Morisot es una pintora refinada, que hace notar los ambientes familiares destacando una gran intimidad. Esta es la típica característica que representa su personalidad, aún cuando la obra muestra alguna influencia de Manet.
En "La Cuna" , por ejemplo, la artista deriva de la obra "Olympia", el uso de los colores correspondientes en forma inversa. Pero esto es solo de un punto de vista externo. El significado más auténtico del cuadro se puede observar en el modo en que la autora realiza la delicada carita del niño, visto a través de la transparencia del velo, y la expresión amorosa e intensa de la madre.
5) Käthe Kollwitz (1867 - 1945)
Mujer con niño fallecido |
Ella es el clásico caso de artista que se adhiere a la política; que elige el lenguaje del realismo para profesar el empeño social y la conciencia del valor de la historia como doctrina de vida, pero que enlaza una sensibilidad Expresionista, reveladora de su interés por la dimensión existencial del Hombre.
Como muchos artistas expresionistas y del Neue Sachlichkeit, Käthe también practica técnicas gráficas, desde la xilografía hasta la litografía, y las incisiones en cobre y acero (como los ciclos dedicados a las luchas de los trabajadores).
Durante y luego de la Primer Guerra Mundial, la artista llega al punto culminante de su propio arte: con particular importancia tenemos obras como "La hoja conmemorativa para Karl Liebknecht". Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg fueron dos fervientes organizadores de la "Liga de Espartaco" (el ala izquierda del partido socialdemocrático), y luego estuvieron entre los fundadores del partido comunista alemán. Fueron arrestados y posteriormente asesinados por sicarios.
Käthe Kollwitz logra representar con eficacia el dolor de los trabajadores delante del cuerpo sin vida del hombre político, guía del partido socialista.
6) Fotografía como arte
Vanessa Beecroft, Performance. |
La fotografía, medium expresivo de muchos artistas de fama internacional, "exprime la propia fuerza, la propia potencialidad y universalidad".
Sin embargo, por muchos decenios, desde las Vanguardias artísticas en adelante, la fotografía era utilizada únicamente como elemento para insertar en la obra de arte o para documentar la existencia de la misma, como el land art o las fotos tomadas en las performance.
Solamente luego de los años 80' la fotografía cesa de ser considerada como arte de serie B, transformándose en una forma de arte autónoma con un lenguaje propio.
Un claro ejemplo lo podemos observar en Cindy Sherman (Nueva York, 1954), cuyas obras representan siempre al artista y su doble, el espejo de su imagen, sugiriendo que nos conozcamos solo a través de esto instrumento apto para revelar una identidad o deformarla.
De esta manera, Sherman encarna estereotipos femeninos que masculinos, usando el trasvestismo.
Una protagonista de gran importancia es Jana Sterbak (Praga, 1955), que fotografía, por ejemplo, una cabeza rasurada de espaldas con un tatuaje con un código de barras, comunicando un mensaje inmediato: un hombre puede ser representado como uno de los tantos productos puestos en venta.
Además, la fotógrafa italiana Vanessa Beecroft (Génova, 1969), es testigo de la fuerte presencia femenina en el mundo artístico de estos últimos años (un fenómeno nuevo, si pensamos en el poco espacio ocupado por las mujeres en la historia del arte).
Sus fotos muestran modelos provenientes del mundo de la moda (como se puede ver en la foto de arriba), que el lente ha transformado en figuras impersonales privadas de cualquier individualidad.
7) Agó Paez Vilaró
Por último, pero no menos importante, nos encontramos con la artista uruguaya Agó Paez Vilaró, hija de Carlos Paez Vilaró.
Desde niña desarrolla su sensibilidad artística canalizando sus sentimientos a través de la pintura.
Transforma sus pinturas en círculos mágicos, mandalas, y en la filosofía que los fundamenta.
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Bueno lectores, si han llegado hasta el final de esta laaaarga entrada, los felicito. JA.
A mi también me tomó muchas horas traducir partes de los textos mencionados del italiano al español.
Muchas gracias a quien se haya tomado el tiempo de aprender sobre estas talentosas mujeres, tal vez debamos intentar difundir y compartir con otros su gran trabajo.
¿Ustedes que piensan? ¿Cuál de todas les gustó más?
¡Los leo en los comentarios!
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Ha sido una gran y muy informativa investigación la que has hecho, me a encantado descubrir tantas artistas mujeres 😍😍. No creo poder elegir a una en especial🙊
ResponderEliminarAgó Paez Vilaró tiene una magia particular y me gusta mucho. Deberías leer sobre María Freire, pintora y escultora uruguaya. Una de las primeras expositoras del arte abstracto. Seguro te llama la atención. Pero sí tenés razón que no se habla mucho de las mujeres en Historia del arte, pero que las hay, las hay.
ResponderEliminarExcelente entrada. ¡Saludos!
Hola! Me gustó mucho tu aporte, ni siquiera conocía a Agó, vergonzoso lo mío.
ResponderEliminarMe gusta la diversidad de temáticas y planteos de esta iniciativa en los diferentes blogs.
Besos, nos leemos